Un libro para empezar a conocer el Zen, las actitudes y enseñanzas para hacer la práctica del Zen posible en nuestra vida.
Y como antes de ser emprendedor, hay que ser persona, este libro entra en mis guías de vida. Junto al estoicismo, es la filosofía que escojo para vivir.
Como el libro dice, entre más entendemos el Zen más difícil se hace explicarlo. Porque el ZEN no se habla, se practica.
Así que sin ánimos de creerme profesor, entre tantos aprendizajes, estos son los tres que resalto para mi vida hoy:
1. En la mente de un principiante hay muchas posibilidades. En la mente de un experta, muy pocas.
Una mente vacía, lista para todo. Libre de los hábitos de los expertos, lista para aceptar, dudar. Abierta a todas las posibilidades.
Sé siempre un principiante.
2. La manera de comprender y conocer el Zen es sentándose en silencio, en zazen. Sin objetivo alguno. Sin esperar nada a cambio. En la postura correcta.
Concentrándose en la respiración. Con un esfuerzo sincero.
Así es como se practica el ZEN. Así es como se profundiza en el budismo.
3. La vida es como ir en un tren.
Podemos sacar nuestra cabeza por la ventana a intentar ver hacia dónde va la carrilera, mareándonos de ver cómo avanza por los rieles, preocupados por el rumbo.
O mirar hacia el paisaje y disfrutar de la vista tan bonita.
Y el bono.
La motivación, darse ánimos para hacer algo, no está mal.
Es como tomarse un medicamento. Ayuda, pero no los volvamos la comida de cada día.
Cuando nuestra salud está bien, no los necesitamos.
¿Qué tanta motivación necesitas? Que no vayas a estar enfermo.