¿Cómo ser feliz? ¿Cómo debo vivir?
Es la razón por la que leo, lo tengo en mi perfil. En los libros busco las instrucciones, dice mi Bio. Entonces cuando estoy escogiendo qué leer y me encuentro con este libro no hubo más dudas. No hubo titubeos.
A los dos días estaba en mis manos. ¿Cómo no? Si iba directo a la pregunta más importante de la vida.
Cuerpo y mente.
El cuerpo es como un elefante, la mente su jinete. Podemos darle indicaciones al elefante de donde debería ir. Pero, por más que le digamos que debe ir a la izquierda, si el elefante quiere ir a la derecha, no hay nada que hacer. No hay instrucción que valga. La mente es diminuta, sólo un jinete, sobre la bestia que es el elefante.
Por eso es que a veces no tomamos la mejor decisión, aún cuando que no es la correcta.
Y más allá de eso, el problema con la búsqueda de la felicidad es que el elefante no la quiere. No es su prioridad. El elefante lo que busca es sobrevivir, a costa de la felicidad.
¿Entonces no podemos ser felices? No, no, no.
Como buenos jinetes, si podemos entrenar al elefante. Enseñarle. Para que con el tiempo, tome mejores decisiones, decisiones que nos hagan más felices.
¿Y cómo puedo entrenar mi elefante? Aquí están las instrucciones.
The Happiness Hypothesis, prodigioso.
P.S Esperaba aprender cómo ser feliz, ¿pero que también cambiara para siempre mi relación con mi mamá? Jamás. Perdía la paciencia porque no entendía por su manera tan nerviosa de ver el mundo. Creía que ella escogía ver cada situación así. Pero aquí aprendí que ella no escogió esos lentes, no escogió su elefante. Tiene uno que por lotería genética es simplemente diferente al mío. No es mejor, ni peor. Es diferente. Después de aprender esto, ¿cómo puedo esperar que vea el mundo igual a mi? No la volveré a juzgar, ni a ella, ni a nadie, jamás.
Aquí estamos todos luchando contra esa bestia. ¡Ánimo!