Los años del tropel

Todavía me electrocutan escalofríos por todo el cuerpo cuando recuerdo las historias de violencia que he conocido viviendo en el campo.

Tener una víctima al frente contándote una auténtica historia de terror es algo que esperaba vivir en este viaje. Derrumbarte en lágrimas mientras ellos sólo muestran entereza, coraje y valentía. Jamás lo olvidaré. He escrito todas las historias, las he vuelto a leer una y otra vez. Sigo procesándolo, dimensionándolo, aprendiendo, robándome un poquito de su valentía. Todas las mañanas las recuerdo para darme una ducha de humildad y de perspectiva al ver como mis retos y problemas son absolutamente insignificantes frente a lo que ellos han vivido. Me da pena contárselos. También para cuestionarme. ¿Cuál es mi rol?

En la misma sala donde hace un par de noches había quedado paralizado oyendo una de estas historias, llegó una caja con donaciones de libros para la ludoteca de La Palma, un espacio de libros y juegos para la comunidad que está creando la fundación Colombiando.

Ayudando a organizarlos apareció éste, Los años del tropel por Alfredo Molano. Inmediatamente sentí esa atracción más fuerte que un hoyo negro, un peso que te aplasta y sólo cesa cuando empiezas a leerlo. Sensación extraña que ya aprendí a identificar. Cuando aparece con algún libro no hay otra opción que empezar a leer, parece que me los manda el destino en un paquete apostillado, confidencial, personal e intransferible.

Es peligroso ignorar un mensaje así.

Este viaje por el campo de Colombia, cada persona, cada historia, cada vereda y sus formas de vivir ha sido el darme cuenta que Colombia es un rompecabezas de un millón de piezas, que yo solo tenía una (la de mi burbuja) mientras juraba que las tenía todas. Juraba que tenía el rompecabezas armado, que veía todo, que entendía todo. No sólo me sentía con derecho a opinar, sentía autoridad para hacerlo.

La persona más fácil de engañar es a uno mismo. Me he estrellado.

Me he sentido un extranjero en Colombia, no sé nada, sólo miro con curiosidad, estoy descubriendo un nuevo país.

Cuando uno está armando un rompecabezas es normal bloquearse hasta que aparece la ficha clave que desbloquea infinidad. Una pieza clave que te muestra el camino para poner cien más.

Eso sentí con este libro. Las historias de violencia que me han contado personas increíbles en estos meses me estremecían. ¿Cómo llegamos a tanta violencia? ¿Por qué somos tan violentos? ¿Por qué creemos que matar es una opción de solución? ¿De dónde viene esto?

Los Años del Tropel te va a dar más que pistas. Vas a terminar la última página, vas a cerrar los ojos, imaginarte tu país e inevitablemente pensarás: Ya entiendo. Ya entiendo un poco más, todo encaja un poco más. Vas a poner muchas fichas.

El libro cuenta a través del testimonio de siete protagonistas las historias de la época de La Violencia en Colombia, esas décadas de guerra civil entre 1920 y 1960, de violencia salvaje. Las cuenta con lujo de detalles, te transporta, te sientes ahí. Los personajes son víctimas y victimarios, héroes y villanos, liberales y conservadores. Sus testimonios se sienten vivos, leía pero realmente los escuchaba, los veía al frente mío contándome, era un deja vu, lo vivía como me estaba pasando en la ruralidad Colombiana. Alfredo Molano logra generarte una conexión única. Las páginas vuelan, el tiempo se detiene, no te da hambre ni sueño, no vas a querer parar.

Para mi esa época de la Violencia en Colombia se había quedado en unos años de guerra civil entre Liberales y Conservadores, como en algún momento me enseñaron en el colegio.

No, no, no. Te equivocas. Es mucho más, es la razón de tantas cosas que pasan hoy. Y cuando dicen que la violencia era cruel, tampoco te la imaginas. Es mil veces peor que lo que te imaginas. Te aseguro que jamás has oido cosas como las que aquí leerás.

Es un terror a la altura del Holocausto, las muertes de la primera guerra mundial o los linchamientos racistas en el sur de Estados Unidos. Sino peor.

'Estás bien?' Me pregunta Valeria cuando me ve le cara pálida mientras bajo el libro. 'Creo que me voy a vomitar' - le respondo.

Eran náuseas, era mareo. ¿Era alguien capaz de tanto? ¿Eramos capaces de infligir tanto dolor? ¿De torturar de esa manera? ¿Y por esas razones?

Ahora escucho las historias de violencia más recientes y entiendo. Ahora veo el odio a las guerrillas y lo entiendo, pero también oigo el odio hacia el ejército nacional, el que antes me parecía completamente injustificado, y también lo entiendo. Ahora veo las noticias, veo por qué queremos resolver todo a los golpes, veo por qué le perdimos respeto a la muerte, por qué la convertimos en paisaje y la entiendo.

Estoy descubriendo un nuevo país. Quiero saber más, quiero aprender más. La vida me llenó de privilegio, me gané la lotería de la cuna. ¿Y eso que implica? ¿Qué voy a hacer con el premio? ¿Cuál es mi responsabilidad?

Alfredo Molano me mostró este camino, quiero saber más.