El momento en que entendemos que nuestra alegría depende exclusivamente de nosotros, que la podemos construir y vivir en cada segundo, sin importar lo que pase a nuestro alrededor, estos libros se vuelven pilares de vida.
¿Qué mejor profesor para esto que el Dalai Lama?
Quien habla como del propósito de la vida cómo evitar el sufrimiento y hallar la felicidad. Quien dice que así como creamos buena parte de nuestro propio sufrimiento es apenas lógico que tengamos la capacidad de generar más alegría.
Una vida alegre está en nosotros.